Diccionario Hispánico de la Tradición y Recepción Clásica
Diccionario Hispánico de la Tradición y Recepción Clásica

Presentación

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Circunstancias de un proyecto

El Diccionario Hispánico de la Tradición y Recepción Clásica (DHTC) es un proyecto que ahora ve la luz, si bien esconde una pequeña historia remontable unos años atrás. De manera concreta, la idea de articular una obra omnicomprensiva acerca de los estudios dedicados a la tradición y la recepción clásica como disciplina académica comenzó al hilo de la ponencia que, allá por el mes de marzo de 2013, fue impartida en la Universidad de Zaragoza con el título «La metamorfosis de la Tradición Clásica. Ayer y hoy» (García Jurado 2015). En este trabajo tuvimos la oportunidad de reflexionar acerca de un ámbito hasta ese momento imprevisto: la propia historia de la disciplina que venimos conociendo desde finales del siglo XIX como «Tradición Clásica», hasta el ulterior desarrollo de lo que entendemos como «estudios de recepción». Estos últimos suponen una perspectiva complementaria, la del lector, con respecto a la perspectiva más tradicional, la del autor. Nuestra idea ha sido la de aunar ambos ámbitos, a tenor de su carácter complementario, en el presente diccionario.

El resultado satisfactorio de aquel primer trabajo nos animó a llevar a cabo una monografía más completa que fue publicada en 2016 por el Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México: Teoría de la Tradición Clásica. Conceptos, historia y métodos (García Jurado 2016). El propósito de esta obra era presentar de una manera razonada los conceptos fundamentales, la historia y los métodos que configuran las actuales disciplinas dedicadas a la tradición y la recepción clásica. El Dr. David García Pérez, que había hecho posible la publicación de esta monografía, la enriqueció con un valioso prólogo. En el proceso de publicación tuvo lugar un problema técnico que, no obstante, iba a suponer unas insospechadas consecuencias para el futuro. Nuestro deseo era incorporar a la monografía un índice temático y de personas que se debía elaborar a partir de las segundas pruebas del libro; sin embargo, el presupuesto de la publicación se había cerrado sin contar con tal índice, por lo cual no era posible añadir más páginas al proyecto inicial. Tal circunstancia nos obligó a hacer, literalmente, de la necesidad virtud.

Fue entonces cuando, gracias a la impagable ayuda de Carlos Mariscal de Gante Centeno, por aquel entonces alumno de una de las asignaturas de maestría, vimos la oportunidad de que tal índice apareciera publicado en la revista Nova Tellus, al tiempo que con ello se desarrollaba una nueva e imprevista perspectiva. Carlos Mariscal había llevado a cabo la paciente labor de leer con sumo cuidado las segundas pruebas del libro con el propósito de ir esbozando una relación de términos y de nombres propios. Cuando nos ofreció el resultado para su examen tuvimos la certeza de que ahí estaba la génesis de una obra mayor y mucho más ambiciosa: nada menos que un diccionario dedicado a presentar los conceptos y métodos esenciales de la tradición y la recepción clásica, así como a sus protagonistas académicos. La posible obra resultante serviría, a su vez, de poderoso marco de reflexión e inspiración para nuevas investigaciones, de forma que no se trataba tan solo de hacer recuento de lo ya hecho en este ámbito, sino de proyectar tal labor hacia el futuro. Y así fue como apareció en Nova Tellus un artículo titulado «Fundamentos para un Diccionario Hispánico de la Tradición Clásica» (García Jurado–Mariscal de Gante 2016), planteado a partir de la elaboración de este índice razonado, lo que nos permitió articular el listado provisional de diferentes entradas, de cuya redacción se tendrían que encargar especialistas diversos. Raúl Muñoz Tirado, también alumno de maestría, elaboró, de forma experimental, la primera de tales entradas, «convención», dentro del contexto de la asignatura que cursaba con nosotros.

Habida cuenta de los prometedores resultados que podía proporcionarnos esta empresa académica, nos dispusimos entonces a constituir un equipo de trabajo adecuado, así como a redactar una detallada memoria científica que hoy puede leerse en la actual página web del diccionario (https://www.ucm.es/dhtc).

Tras varios meses de espera, recibimos durante las Navidades de 2017 la excelente noticia de que el Ministerio español de Ciencia e Innovación nos había concedido la financiación solicitada para llevar a cabo el diccionario, a lo que se añadía, asimismo, la circunstancia de que el proyecto había merecido calificación «A», es decir, la de proyecto prioritario. Fue así como iniciamos, en enero de 2018 la intensa aventura de llevar a cabo este diccionario que ahora, paciente lector, tienes al fin en tus manos.

Uno de los problemas más delicados que se presentan a la hora de llevar a cabo una obra de estas características es que no se convierta en un proyecto interminable o inabarcable. Era necesario establecer un claro límite espacial y temporal en lo que al resultado del proyecto concernía: no más de cien entradas y no más de tres años de trabajo. Sabemos perfectamente que, si bien el número de entradas que componen el DHTC no llega a noventa, podría haberse ampliado de manera ilimitada hasta constituir una enciclopedia de la tradición y recepción clásica. Sin embargo, era fundamental que el trabajo se constriñera a los estrictos márgenes físicos y temporales ya señalados para poder arrojar resultados al cabo de tres años de trabajo. De esta forma, la ampliación de entradas no previstas en el índice inicial se ha compensado con la reducción del número de algunas entradas prescindibles o subsumibles dentro de otras, así como la imposición de una extensión limitada para cada una, algo que tan solo se ha rebasado de manera excepcional. De forma esquemática, las tareas de trabajo se repartieron según el cuadro siguiente:

Coordinación General del DHTC: Francisco García Jurado (I. P.)
Equipo de investigación
Coordinación parcial y edición: Tareas 1.1. y 2.1.
Conceptos
Coordinación parcial y edición: Tareas 1.2. y 2.2.
Personas
Coordinación parcial y edición: Tareas 1.3. y 2.3.
Métodos
Josep Lluís Teodoro Pilar Hualde Pascual Ana González-Rivas Fernández
Equipo de trabajo (redacción y revisión)
para Conceptos para Personas para Métodos
María José Barrios Castro, Antonio Barnés Vázquez, Gorana Stepanić Tatiana Alvarado, Salomé Blanco, David García Pérez, Jorge Rojas Otálora Javier Espino, Carla Bocchetti, Laura Jansen
Miembros no doctores (colaboración, formación y asistencia)
Raúl Muñoz Tirado Carlos Mariscal de Gante Cristina Salcedo González
Miembros no doctores (colaboración, formación y asistencia base de datos)
Mónica de Almeida

En cuanto a los aspectos formales, nos inspiramos en dos diccionarios concretos: de un lado, el Diccionario de términos literarios de Demetrio Estébanez Calderón (Estébanez Calderón 1996) y, de otro, el Diccionario Español de Términos Literarios Internacionales (DETLI), en fase de preparación y dirigido por Miguel Ángel Garrido Gallardo (Garrido Gallardo 2009). Nuestro Diccionario Hispánico de la Tradición y Recepción Clásica se diferencia del primer modelo en el hecho de no ser una obra de carácter individual, y, con respecto al segundo modelo, la diferencia fundamental viene dada por el hecho de que nuestro proyecto sea mucho más restrictivo en su alcance. Otra diferencia asimismo clave con respecto a las dos obras citadas viene dada por la inclusión de entradas dedicadas a personas que han aportado, de una manera más o menos directa, un progreso significativo para la disciplina.

Una vez constituido el índice de entradas y el equipo de investigación, la primera de todas las tareas consistió en proponer la elaboración de entradas a personas capaces de poder asumir su redacción. En principio, cada uno de los miembros del equipo del proyecto se hizo cargo de, al menos, una de las entradas. Tras este primer reparto, luego fueron asignándose entradas a colaboradores externos. El diccionario ha contado, además de nuestra dirección científica, con un amplio equipo, compuesto por tres editores y coordinadores de las partes que lo integran (Conceptos, Personas y Métodos), diez especialistas que configuran el equipo editorial y cuatro personas en formación. La nómina de colaboradores externos asciende a 47 personas. De esta forma, si bien con diversos grados de implicación, el número total de personas que han intervenido en la elaboración de esta obra asciende a 66.

Por lo demás, es pertinente que hagamos hincapié en la condición hispánica de este diccionario, lo que no quiere decir que excluya aquello que no esté escrito en lengua española, sino que tiene como principal punto de mira dilucidar los cauces por los que los diferentes conceptos y métodos de la tradición y la recepción clásica se han transferido al ámbito de habla hispana. Por ello, además, era muy importante que el continente americano estuviera presente en esta empresa y, de manera particular, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Nacional de Colombia. Durante la ejecución del proyecto se celebraron tres encuentros científicos que han constituido un fundamental triángulo geográfico entre Madrid, Ciudad de México y Bogotá. El primero de tales encuentros lo constituyeron unas jornadas metodológicas en torno a la tradición y la recepción clásica celebradas de la Universidad Complutense durante el mes de junio de 2018. En octubre de 2018, con motivo del «II Simposio Internacional de Tradición Clásica», organizado por el Dr. David García Pérez en la UNAM, tuvimos ocasión de hacer una presentación del proyecto en el Instituto de Investigaciones Filológicas de aquella institución. Ya al año siguiente, en mayo de 2019, el Dr. Jorge Rojas Otálora organizó en Bogotá unas jornadas dedicadas, de manera específica, al DHTC. De esta forma, nuestro proyecto se ha constituido como una empresa de naturaleza transoceánica tanto en la propia constitución de su equipo como en sus contenidos. Recordemos, además, que hoy día la Tradición Clásica es un fenómeno universal que atraviesa mares y continentes, hasta el punto de que deberíamos hablar de «tradiciones clásicas» más allá de lo estrictamente grecolatino. Si Gabriel García Márquez recurre al mito platónico de Theuth para recrear a su personaje de Melquíades en Cien años de soledad, Miguel Ángel Asturias acude a los mitos mayas del Popol Vuh para recrear sus Hombres de maíz. La tradición literaria de Grecia y Roma dentro de la moderna línea de los estudios poscoloniales se ha convertido en un fenómeno universal o global, al tiempo que los clásicos ya no son exclusivamente grecolatinos.

Hacia una teoría general de la tradición y la recepción clásica

Como ya hemos tenido ocasión de referir, el Diccionario Hispánico de la Tradición y Recepción Clásica ha nacido de una obra previa, la Teoría de la Tradición Clásica (García Jurado 2016). Conviene que valoremos con más detenimiento las implicaciones de este hecho.

El planteamiento de una teoría de la tradición y recepción clásica ha supuesto, desde 2016, un pequeño hito académico donde se ha logrado que muchas personas que investigan en el ámbito de esta disciplina hayan podido plantearse algunas preguntas básicas acerca de los conceptos, la historia y la metodología a la que se recurre en su disciplina. De manera particular, hoy día resulta muy pertinente la reflexión acerca de la propia naturaleza del estudio de la Tradición Clásica y de sus métodos, sobre todo ante el emergente paradigma de los llamados «estudios de recepción». Es importante que las personas que cultivan una disciplina puedan pararse a pensar, siquiera por un breve espacio de tiempo, acerca del porqué de la labor que llevan a cabo. En este sentido, siempre recordamos, en especial a nuestros alumnos, esta carta que el lingüista ginebrino Ferdinand de Saussure envió al también lingüista Antoine Meillet el cuatro de enero del año de 1894:

Pero estoy muy harto de todo esto y de la dificultad que hay, en general, para escribir diez líneas con sentido común en materia de hechos del lenguaje. Preocupado sobre todo desde hace mucho por la clasificación lógica de estos hechos, por la clasificación de los puntos de vista desde los cuales los tratamos, veo cada vez más la inmensidad del trabajo que sería preciso para mostrar al lingüista lo que hace; reduciendo cada operación a su categoría prevista; y al mismo tiempo la no poca vanidad de todo lo que a fin de cuentas puede hacerse en lingüística.

Es en último análisis tan solo el lado pintoresco de una lengua lo que hace que difiera de todas las demás como pertenecientes a determinado pueblo con determinados orígenes, es este lado casi etnográfico el que conserva interés para mí: y precisamente ya no tengo el gusto de poderme entregar a este estudio sin segunda intención, y disfrutar del hecho particular atenido a un medio particular.

Sin cesar, la inepcia absoluta de la terminología ordinaria, la necesidad de reformarla, y de mostrar para ello qué clase de objeto es la lengua en general, me estropea el placer histórico, aunque no tenga anhelo mayor que no deber ocuparme de la lengua en general. A mi pesar, esto acabará en un libro donde, sin entusiasmo ni pasión, explicaré por qué no hay un solo término empleado en lingüística al que conceda yo un sentido cualquiera. Y confieso que no será hasta entonces cuando pueda reanudar mi trabajo en el punto en que lo dejé […] (apud Benveniste 1971, p. 38).

En esta carta está contenido el germen de lo que luego será el famoso Curso de lingüística general, cuya presentación en forma de libro fue obra de algunos de los discípulos del lingüista ginebrino. Al redactar esta carta destinada a Meillet, Saussure se encontraba inmerso en una crisis que lo llevó a cuestionar los métodos y propósitos de la dominante lingüística histórica de su tiempo. Lo fascinante de este documento epistolar estriba en el hecho de que aquí se entrevé ya lo que va a ser la nueva lingüística estructural del siglo XX. Nuestro propósito, mucho más modesto, es el de esbozar lo que debería representar la tradición y la recepción clásica para el siglo XXI.

El intento de llevar a cabo una reflexión parecida en el ámbito de la tradición y la recepción clásica, tanto en lo que respecta a su naturaleza en calidad de tal disciplina, así como en sus posibles métodos, es lo que nos ha llevado a plantear que no hay una sola forma de tradición, ni tan siquiera un concepto unívoco de la misma. Esta circunstancia nos ha llevado, asimismo, a una revisión terminológica, historiográfica y metodológica de la disciplina. Por ello, conviene echar un vistazo a los tres ámbitos sobre los que hemos articulado nuestro diccionario, es decir, los conceptos que constituyen la disciplina, sus protagonistas y, asimismo, los métodos posibles.

Conceptos

Como cualquier disciplina académica, la Tradición Clásica nace de una realidad conceptual. El DHTC recoge cuatro clases de conceptos, según se trate de las metáforas constitutivas (p. e., «tradición»), los adjetivos que crean grupos de autores (p. e., «clásicos»), los diversos conceptos culturales, literarios y estéticos (p. e., «clasicismo»), o bien los ámbitos históricos o geográficos (p. e. «Renacimiento»).

Consideremos de forma más concreta cada una de estas cuatro clases:

Metáforas de la Tradición Clásica

Normalmente, y casi sin ser conscientes de ello, al hablar de Tradición Clásica nos acuden algunos conceptos que consideramos estrechamente unidos a su propio concepto. En este sentido, la idea de «herencia» o de «transmisión», junto a la idea de «pervivencia», «fortuna» o «eco» a lo largo del tiempo, son términos a los que recurrimos con asiduidad para dar cuenta de lo que constituye el objeto de estudio de nuestra disciplina. No menos importante sería la idea de «influencia», como poderoso motor de la tradición literaria. Sin embargo, acaso no hayamos pensado lo suficiente en el alcance que tienen tales palabras, más allá de ser meras expresiones sinónimas, en la construcción de nuestra idea de Tradición Clásica.

Un trabajo de Jorge Bergua, «La Tradición Clásica y el concepto de influencia» (Bergua Cavero 2003), así como otro que conocimos algo más tarde, a cargo de Jorge Fernández López, titulado «Los flujos de la Tradición Clásica en la poesía de Gerardo Deniz» (Fernández López 2013), nos hicieron ver con claridad lo productivo que es analizar las metáforas conceptuales que construyen la compleja idea de la Tradición Clásica. En el primero, se desarrolla claramente la idea del «influjo» como «contagio», mientras que en el segundo podemos ver la idea del «fluir», tan cercana a la de «fuente», como si, a la manera de un río, lo antiguo fuera fertilizando lo moderno. Ambas metáforas, la de la influencia y las fuentes, si bien no deben confundirse, resultan congruentes entre sí (nuestro sistema cognitivo tiene, entre sus funciones, que buscar las analogías y congruencias entre distintas metáforas para configurar los conceptos que utilizamos a la hora de interpretar diferentes realidades), aunque partan de presupuestos diferentes: el «contagio», a la manera de un virus, en el primer caso, y el «flujo», como una suerte de sedimento del pasado que se va depositando en el presente.

En este sentido, los conceptos a los que recurrimos para hablar sobre la tradición y la recepción clásica plantean, desde perspectivas complementarias, la relación múltiple entre los autores antiguos y los modernos. Para expresar las modalidades que puede ofrecer tal relación se ha recurrido a diferentes metáforas. En el libro Teoría de la Tradición Clásica se puede encontrar un breve ensayo acerca de las «Metáforas entre el pasado y el presente», que pueden articularse en cuatro grandes modalidades (García Jurado 2016, pp. 27–42):

  • Metáfora hereditaria: la «tradición», la «transmisión» y el «legado»
  • Metáfora de la inmortalidad: la «pervivencia» y la «fortuna»
  • Metáfora del contagio: la «influencia» y el «influjo»
  • Metáfora democrática: la «recepción»

La primera metáfora pone todo su énfasis en el emisor o transmisor, y centra la relación entre el pasado y el presente mediante la idea de la transmisión material de un legado. La segunda metáfora también se centra justamente en ese objeto, pero en calidad de «fantasma» que transvive o resucita a través de los siglos y las generaciones. Por su parte, la metáfora del contagio concibe aquello que, según las dos metáforas anteriores, se transmite o pervive, como si de un organismo vivo o virus se tratara, de manera que este «contagia» a la posteridad. Finalmente, la metáfora democrática («the democratic turn» [Hardwick y Stray 2011, p. 3]) supone, como los recientes estudiosos de la recepción definen, la irrupción de los lectores en el juego de la comunicación literaria y concibe la tradición como una «materia» maleable y reciclable en función de quien la recibe.

No es lugar aquí para entrar en las implicaciones epistemológicas que entraña cada una de las metáforas, algo que nos llevaría directamente al interesante terreno de la hermenéutica. En cualquier caso, debemos ser conscientes de cómo se articulan diversas concepciones de lo clásico en cada una de ellas, desde una realidad material y transmisible, pasando por una realidad viva que «transvive» o «resucita», hasta la idea de un «virus» que contagia a los modernos. En la cuarta metáfora, la idea de lo clásico tiene que ver, sobre todo, con una «materia» que adquiere formas diferentes dependiendo de su recepción. Ahora, el DHTC profundiza y amplía este aspecto relativo a las metáforas de la Tradición Clásica, a las que se añaden nuevos términos, algunas veces en oposición (/) a otros:

  • Metáfora hereditaria: «tradición» / «poligénesis», «transmisión», «legado» y «herencia»
  • Metáfora de la inmortalidad: «pervivencia», «fortuna», «fama» y «eco»
  • Metáfora del contagio y del fluir: «influencia» / «convención» y «fuente»
  • Metáfora democrática: «recepción» (/ «tradición»)

Es interesante la faceta opositiva que presentan algunas parejas de términos cuya dualidad se ha creado en el marco de la propia teoría de la Tradición Clásica. De manera particular, el término «tradición» se opone, en la terminología ensayada por Dámaso Alonso, al término «poligénesis» (Alonso 1963). De esta forma, la tradición sería concebida como una «monogénesis» que se va transmitiendo de forma sucesiva, frente a la posible diversidad de orígenes. Asimismo, a la «influencia» oponemos, por su parte, la «convención», de acuerdo con los planteamientos de Claudio Guillén (Guillén 1979), que considera a la primera como un hecho individual frente a la segunda, de naturaleza colectiva. Cabe señalar una tercera oposición que, no por ser la última resulta menos básica, como es la que se plantea entre la «tradición» y la «recepción» como perspectivas complementarias, centrada la primera en el autor y la segunda en el lector (García Jurado 2015).

Frente a los tres primeros grupos de metáforas, donde hay una idea jerarquizada de la literatura (tan apropiada, por cierto, a la metáfora social del «clásico», como el autor perteneciente a la primera clase social), la última metáfora parte de la equipolencia entre antiguos y modernos y de su reciprocidad. De esta forma, si en los esquemas previos el autor clásico «se transmite», «pervive» o «contagia», en este caso mantendría un atemporal diálogo con los autores vivos, que lo leen y revitalizan, pudiendo incluso reinterpretarlo desde su modernidad.

Podemos asumir o rechazar esta pluralidad de metáforas o, incluso, considerarlas meras formas de hablar. En cualquier caso, nuestra obra propone, ante todo, una idea plural de la tradición, no un concepto unívoco, y es desde esa perspectiva múltiple como se ha llevado a cabo el DHTC.

Como ya hemos indicado, dentro de los conceptos, además de las metáforas, se contemplan otros tres grupos pertinentes:

Adjetivos calificativos

Se trata de términos que, por su condición de adjetivos calificativos, definen y, de paso, clasifican ciertos grupos de autores. Nos referimos, de manera particular, a los términos «antiguo», «clásico», «moderno», «precursor» y «proletario». Dejando ahora al margen «precursor», los otros cuatro términos, referidos a los autores literarios, pueden organizarse en torno a dos oposiciones básicas:

  • «antiguo» / «moderno»
  • «clásico» / «proletario» (luego «romántico»)

La oposición entre «antiguo» y «moderno» es muy antigua, y en cierto sentido se solapa con la de «clásico» frente a «proletario». La dicotomía entre antiguos y modernos, por su parte, dará lugar a conceptos más complejos, ya de carácter histórico, como el de «batalla de los antiguos y los modernos», que pertenece al tercer grupo que hemos establecido para los conceptos.

A alguien podría sorprenderle la inclusión de un concepto como «proletario» en un contexto literario, pues el término se relaciona más con lo social. Sin embargo, la primera vez que un autor (Aulo Gelio) hizo uso del término «clásico», en el sentido de «autor de la primera clase», lo opuso justamente a «proletario», si bien, frente a la fortuna posterior de la categoría de «clásico», la de «proletario» no pasó de los autores del siglo XVI. El término al que terminará oponiéndose «clásico», ya durante el siglo XIX, es «romántico», que en el DHTC queda subsumido en la entrada «romanticismo».

«Precursor», por su parte, es un término ligado a la peculiar manera que Jorge Luís Borges, desde las ideas de T. S. Eliot sobre la tradición, tiene de ver la tradición en sentido retrospectivo, donde los autores modernos eligen a sus modelos de inspiración y, de paso, los realzan. El término ha pasado finalmente a ser parte de la nomenclatura normal a la hora de hablar acerca de tradición.

Conceptos culturales, literarios y estéticos

Frente a las metáforas de la Tradición Clásica y los adjetivos calificativos, tenemos un nutrido conjunto formado por las entradas siguientes: «batalla de los antiguos y los modernos», «bucolismo», «cervantismo», «clasicismo», «dantismo», «evemerismo», «filohelenismo», «gongorismo», «grand tour», «horacianismo», «leyenda», «modernidad» «ovidianismo», «república literaria», «romanticismo», «tradicionalidad literaria», «vanguardia» y «virgilianismo».

En este caso, estamos ante un grupo de carácter más heterogéneo donde se dan cita algunos «ismos», así como ciertos términos ligados a fenómenos de naturaleza cultural que suelen encontrar su vigor en un momento dado de la historia. La «batalla de los antiguos y los modernos» tiene su mayor desarrollo, por ejemplo, entre los siglos XVII y XVIII, de igual forma que el «grand tour» encuentra su eclosión durante el siglo XVIII, la «república literaria» lo hace a lo largo de los siglos XVI y XVIII, o la estética de la «vanguardia» encuentra su vigencia ya durante el siglo XX. Nos ha parecido, asimismo, interesante, que ciertos «ismos» relativos a géneros (la poesía bucólica), autores antiguos (Virgilio, Horacio, Ovidio) y modernos (Dante y Cervantes y Góngora) tuvieran también cabida en el DHTC. Curiosamente, según el «ismo» se refiera a un autor o a otro, varía el carácter de su contenido. Por ejemplo, mientras el gongorismo es un fenómeno propio de la imitación de Góngora por parte de los poetas del siglo siguiente, el cervantismo tiene que ver con los estudiosos de Cervantes, no con los imitadores. El «evemerismo», por su parte, supone una interesante interpretación humanizada de los antiguos dioses paganos que desde la Antigüedad llega hasta nuestro mismo presente. Asimismo, hay otros términos fundamentales para poder entender la historia de la Tradición Clásica, como la dicotomía entre «clasicismo» y «romanticismo», el auge del «filohelenismo» a lo largo del siglo XIX, o algunos conceptos clave para la delimitación del propio concepto de Tradición Clásica entendida en calidad de un fenómeno culto, tales como «leyenda», muy ligado a la tradición popular, o «tradicionalidad literaria», que nos lleva a géneros como el romancero hispánico.

Períodos históricos y ámbitos geográficos

Este grupo contempla tres entradas fundamentales: «Edad Media», «Hispanoamérica» y «Renacimiento». La dicotomía entre la Edad Media y el Renacimiento va a ser fundamental para el desarrollo de la historiografía de la Tradición Clásica, especialmente a partir de la inteligencia del legado clásico como una continuidad que desde el mundo antiguo llega al moderno a través de la propia Edad Media, o de la discontinuidad que este largo período marcaría con respeto al «renacer» de la Antigüedad durante el Renacimiento. Debe observarse, por cierto, que la entrada «Edad Media» se diferencia netamente de la de «medievalismo» (véase el apartado de métodos y disciplinas), referida a la disciplina que hoy día centra los estudios sobre este período de la historia. Asimismo, dentro de los ámbitos geográficos, Hispanoamérica resulta esencial a la hora de estudiar en ella el complejo fenómeno de la Tradición Clásica. Podríamos, naturalmente, haber incluido otros ámbitos geográficos, de manera especial África y Asia. El ámbito africano ha quedado, no obstante, en parte subsumido dentro de la entrada «orientalismo».

Personas

Desde un principio, tuvimos el propósito de que el DHTC incorporase los nombres propios relativos a las personas que, de una manera directa o indirecta, hubieran realizado aportaciones fundamentales al conocimiento y estudio de la tradición y la recepción clásica. En lo que a estas entradas respecta, no se trataba tanto de trazar las biografías, por lo demás ya expuestas en otros lugares, como de enfatizar las principales ideas que resultan de sus aportaciones. Así las cosas, se presentan los siguientes nombres: «Alatorre, A.», «Bajtín, M.», «Bello, A.», «Bolgar, R. R.», «Borges, J. L.», «Burckhardt, J.», «Calvino, I.», «Caro, M. A.», «Comparetti, D.», «Cossío, J. M.ª», «Croce, B.», «Curtius, E. R.», «Eliot, T. S.», «Étiemble, R.», «Goethe, J. W.», «Guillén, C.», «Highet, G.», «Iser, W.», «Jauss, J. R.», «Lasso de la Vega, J.», «Lida de Malkiel, M.ª R.», «Menéndez Pelayo, M.», «Murray, G.», «Nietzsche, F.», «Reyes, A.», «Ruiz de Elvira, A.», «Salinas, P.», «Steiner, G.», « Warburg, A.» y «Winckelmann, J. J.». Como puede verse, nuestro elenco de nombres propios se extiende desde el siglo XVIII al XX, e incluye desde escritores y ensayistas hasta teóricos de la literatura, sin descontar, por supuesto, aquellos nombres estrechamente unidos al desarrollo de la Tradición Clásica como disciplina. De esta forma, si bien una parte significativa de las personas seleccionadas pertenece al ámbito hispano e hispanoamericano (doce en total), otros nombres (dieciocho) se vinculan con otros ámbitos culturales, como el germánico, el italiano, el anglosajón, el francés o ruso.

Las personas más ligadas a lo que hoy conocemos como la disciplina de la Tradición Clásica son Antonio Alatorre, Robert Ralph Bolgar, Miguel Antonio Caro, Domenico Comparetti, José María de Cossío, Ernst Robert Curtius, T. S. Eliot, Gilbert Highet, José Lasso de la Vega, María Rosa Lida, Marcelino Menéndez Pelayo, Gibert Murray, Alfonso Reyes, Antonio Ruiz de Elvira y Aby Warburg. Cada una de estas personas ha hecho aportaciones fundamentales, ya sea acerca de aspectos conceptuales, obras fundamentales o incluso traducciones.

Hay un pequeño subgrupo que aúna tres autores alemanes: Johann Joachim Winckelmann, Johann Wolfgang von Goethe y Friedrich Nietzsche. Cada uno de ellos ha hecho aportaciones significativas tanto para la estética como para la propia hermenéutica de la tradición literaria que no pueden obviarse en una historia de la Tradición Clásica.

También debemos destacar teóricos de la literatura como Mijail Bajtín, Benedetto Croce, René Étiemble, Claudio Guillén, Wolfgang Iser, Hans Robert Jauss y George Steiner.

Puede llamar la atención la presencia de autores más conocidos por su faceta literaria, tales como Jorge Luis Borges, Italo Calvino y Pedro Salinas. Sus aportaciones teóricas son fundamentales, especialmente en lo que respecta a términos como «precursor», la revisión del término «clásico», y la crítica al concepto de «fuente», respectivamente.

De esta forma, el apartado de personas dentro del DHTC tiene como objetivo mostrar cómo los conceptos y los métodos quedan normalmente ligados a nombres propios que han desarrollado tales ámbitos. María Rosa Lida, por ejemplo, está especialmente ligada al concepto de «tradicionalidad literaria» (que se remite en origen a Menéndez Pidal), mientras que Pedro Salinas se vincula de manera natural con el concepto de «fuente», aunque sea para cuestionarlo.

Métodos y disciplinas

Finalmente, en este apartado se agrupan aquellas entradas que tienen que ver tanto con métodos específicos como con disciplinas académicas, comenzando por la propia «tradición clásica». Las entradas en cuestión son las siguientes: «cultura de masas contemporánea», «educación», «estética de la recepción y recepciones clásicas», «género», «historia cultural», «historiografía literaria», «humanismo», «imaginario (teoría del)», «intertextualidad», «literatura comparada», «medievalismo», «microrrelato», «mitocrítica», «orientalismo», «polisistemas», «positivismo», «retórica y poética», «tematología», «Tradición Clásica» y «traducción».

Todas ellas ofrecen posibilidades diversas para el estudio de la tradición y la recepción clásica, ya desde ámbitos más esperables, como la educación o la traducción, hasta ámbitos novedosos como el estudio del microrrelato o la teoría del imaginario.

Merece la pena incidir brevemente en la cuestión de los métodos de estudio, que en el DHTC hemos ampliado con respecto a la Teoría de la Tradición Clásica. En esta monografía se contemplaban cinco aproximaciones: la positivista, la estética de la recepción, la intertextualidad, la historia cultural y los estudios poscoloniales (orientalismo); ahora ampliamos nuestro horizonte a los estudios sobre cultura de masas, el género, la teoría del imaginario, el medievalismo, el estudio de los microrrelatos, la mitocrítica y la teoría de los polisistemas.

Referencias cruzadas entre las entradas

El Diccionario Hispánico de la Tradición y Recepción Clásica (DHTC) no presenta tan solo una exposición y clasificación de los conceptos, personas y métodos que configuran la disciplina académica. También queremos hacer un especial hincapié en las relaciones que tales ámbitos mantienen entre sí, de manera que obtengamos una visión dinámica de nuestros estudios. Veamos dos ejemplos significativos al respecto:

El concepto de «tradición» y el adjetivo «clásico» llegaron en cierto momento a configurar una etiqueta específica que dio lugar a una nueva disciplina, la «Tradición Clásica», con el fin de diferenciarla de la «leyenda» o la tradición popular. Este paso fundamental fue dado por el helenista Domenico Comparetti, que recurrió por primera vez a tal etiqueta desde la inspiración metodológica del «positivismo» (modelo «A en B»), para diferenciar la tradición culta de la popular; por su parte, Gilbert Highet, al traducirla al inglés («classical tradition»), universalizó la etiqueta y la correspondiente disciplina. De esta forma, observamos cómo la interacción entre CONCEPTOS («tradición» y «clásico»), PERSONAS («Comparetti» y «Highet») y MÉTODOS («Tradición Clásica» y «positivismo») crea sugerentes itinerarios de lectura que convierten las entradas en partes de un todo y no solo en entidades aisladas.

Por su parte, el concepto de «recepción», ligado luego al adjetivo «clásico», experimentó un proceso similar al de la «tradición», si bien de manera más tardía. Fue gracias a los teóricos de la recepción, Jauss e Iser, como se creó el método de la «estética de la recepción», si bien hasta el siglo XXI no fructificaría en las llamadas «recepciones clásicas». Así pues, podemos observar cómo los CONCEPTOS «recepción» y «clásico» interaccionan con las PERSONAS («Jauss» e «Iser») para terminar configurando, dentro de los MÉTODOS, la «estética de la recepción y las recepciones clásicas».

El DHTC puede leerse, por tanto, según diferentes criterios que van desde la consulta puntual de una entrada determinada hasta la lectura conjunta de varias de ellas según unos criterios de relación. Tales criterios de relación pueden configurar itinerarios con relatos diferentes. Establecemos a continuación la lista de posibles interrelaciones entre las diferentes entradas del DHTC:

Alatorre, A. (P) véase Highet, G. (P.), Hispanoamérica (C) y Lida de Malkiel, M.ª R. (P).

Antiguo (C) véase batalla de los antiguos y los modernos (C) y moderno (C).

Bajtín, M. (P) véase intertextualidad (M).

Batalla de los antiguos y los modernos (Querelle) (C) véase antiguos (C), grand tour (C), moderno (C) y república literaria (C).

Bello, A. (P) véase Hispanoamérica (C) y Caro, M. A. (P).

Bolgar, R. R. (P) véase herencia (C), Highet, G. (P) y legado (C).

Borges, J. L. (P) véase Eliot, T. S. (P), Calvino, I. (P), Croce, B. (P) y precursor (C).

Bucolismo (C) véase clasicismo (C) y virgilianismo (C).

Burckhardt, J. (P) véase historia cultural (M), renacimiento (C) y Warburg, A. (P).

Calvino, I. (P) véase Borges, J. L. (P) y clásico (C).

Caro, M. A. (P) véase Hispanoamérica (C) y positivismo (M).

Cervantismo (C) véase gongorismo (C).

Clasicismo (C) véase grand tour (C), horacianismo (C) y romanticismo (C).

Clásico (C) véase antiguo (C), moderno (C) y proletario (C).

Comparetti, D. (P) véase Highet, G. (P), leyenda (C) y tradición clásica (M).

Convención (C) véase Guillén, C. (P) e influencia (C).

Cossío, J. M.ª (P) véase fuente (C) y Menéndez Pelayo, M. (P).

Croce, B. (P) véase Borges, J. L. (P).

Cultura de masas contemporánea (M) véase evemerismo (C) y polisistemas (M).

Curtius, E. R. (P) véase tematología (temas, motivos y tópicos) (M).

Dantismo (C) véase virgilianismo (C).

Ecos (C) véase fama (C), fortuna (C) y pervivencia (C).

Edad Media (C) véase Curtius, E. R. (P), medievalismo (M) y renacimiento (C).

Educación (M) véase Bolgar, R. R. (P) y humanismo (M).

Eliot, T. S. (P) véase Borges, J. L. (P) y precursor (C).

Estética de la recepción y recepciones clásicas (M) véase Iser, W. (P), Jauss, H. R. (P), recepción (C).

Étiemble, R. (P) véase Guillén, C. (P) y literatura comparada (M).

Evemerismo (C) véase cultura de masas (M) y mitocrítica (M).

Fama (C) véase ecos (C), fortuna (C) y pervivencia (C).

Filohelenismo (C) véase clasicismo (C) y romanticismo (C).

Fortuna (C) véase Comparetti, D. (P), Curtius, E. R. (P), ecos (C), fama (C), y pervivencia (C).

Fuente («Quelle») (C) véase influencia (C), intertextualidad (M), positivismo (M) y Salinas, P. (P).

Género (M) véase mitocrítica (M).

Goethe, J. W. (P) véase clasicismo (C), romanticismo (C) y Winckelmann, J. J. (P).

Gongorismo (C) véase cervantismo (C).

Grand Tour (C) véase batalla de los antiguos y los modernos (C), clasicismo (C) y Winckelmann, J. J. (P).

Guillén, C. (P) véase convención (C), Étiemble, R. (P) y literatura comparada (M).

Highet, G. (P) véase Comparetti, D. (P) y Tradición Clásica (M).

Hispanoamérica (y la Tradición Clásica) (C) véase Alatorre, A. (P), Bello, A. (P), Borges, J. L. (P), Caro, M. A. (P.), y Reyes, A. (P).

Historia cultural (M) véase Burckhardt, J. (P), Renacimiento (C) y Warburg, A. (P).

Historiografía literaria (M) véase Highet, G. (P) y Menéndez Pelayo, M. (P), retórica y poética (M) y Tradición Clásica (M).

Horacianismo (C) véase clasicismo (C), ovidianismo (C) y virgilianismo (C).

Humanismo (M) véase educación (M) y renacimiento (C).

Imaginario (M) véase cultura de masas (M) y evemerismo (C).

Influencia (C) véase convención (C), fuente (C) y Steiner, G. (P).

Intertextualidad (M) véase Bajtín, M. (P) y Guillén, C. (P).

Iser, W. (P) véase estética de la recepción y recepciones clásicas (M), Jauss, H. R. (P) y recepción (C).

Jauss, H. R. (P) véase estética de la recepción y recepciones clásicas (M), Iser, W. (P) y recepción (C).

Lasso de la Vega, J. (P) véase Cossío, J. M.ª (P), Ruiz de Elvira, A. (P) y positivismo (M).

Legado y Herencia (C) véase Bolgar, R. R. (P), tradición (C) y transmisión (C).

Leyenda (Tradición Popular) (C) véase Comparetti, D. (P) y romanticismo (C).

Lida de Malkiel, M.ª R. (P) véase Alatorre, A. (P), Curtius, E. R. (P), Highet, G. (P) y tradicionalidad literaria (C).

Literatura comparada (M) véase Étiemble, R. (P), Guillén, C. (P) y Steiner, G. (P).

Medievalismo (M) véase edad media (C).

Menéndez Pelayo, M. (P) véase Comparetti, D. (P), Cossío, J. M.ª (P), positivismo (M).

Microrrelato (M) véase Hispanoamérica (C).

Mitocrítica (M) véase evemerismo (C) y género (M).

Modernidad (C) véase Tradición Clásica (M).

Moderno (C) véase antiguo (C), batalla de los antiguos y los modernos (C) y proletario (C).

Murray, G. (P) véase Highet, G. (P) y Salinas, P. (P).

Nietzsche, F. (P) véase Warburg, A. (P) y Winckelmann, J. J. (P).

Orientalismo (M) véase tradición clásica (M).

Ovidianismo (C) véase horacianismo (C) y virgilianismo (C).

Pervivencia (C) véase ecos (C), fama (C) y fortuna (C).

Poligénesis (C) véase tematología (M), tradición (C) y tradición clásica (M).

Polisistemas (M) véase cultura de masas (M).

Positivismo (M) véase Comparetti, D. (P) y Menéndez Pelayo, M. (P).

Precursor (C) véase Borges, J. L. (P) y Eliot, T. S. (P).

Proletario (C) véase clásico (C) y moderno (C).

Recepción (C) véase estética de la recepción y recepciones clásicas (M), Iser, W. (P) y Jauss, J. R. (P).

Renacimiento (C) véase Burckhardt, J. (P), edad media (C), historia cultural (M) y humanismo (M).

República literaria (C) véase batalla de los antiguos y los modernos (C) y grand tour (C).

Retórica y poética (M) véase historiografía literaria (M).

Reyes, A. (P) véase Alatorre, A. (P) e Hispanoamérica (C).

Romanticismo (C) véase clasicismo (C) y leyenda (C).

Ruiz de Elvira, A. (P) véase Cossío, J. M.ª (P), Lasso de la Vega, J. (P), Menéndez Pelayo, M. (P) y positivismo (M).

Salinas, P. (P) véase Eliot, T. S. (P), fuente (C), Murray, G. (P) y Tradición Clásica (M).

Steiner, G. (P) véase influencia (C) y literatura comparada (M).

Tematología (Temas, Motivos y Tópicos) (M) véase Curtius, E. R. (P), literatura comparada (M) y tradicionalidad literaria (C).

Tradición (C) véase clásico (C), transmisión (C), legado (C), herencia (C) y tradición clásica (M).

Tradición clásica (M) véase clásico (C), historiografía literaria (M), estética de la recepción y recepciones clásica (M), positivismo (M), recepción (C) y tradición (C).

Tradicionalidad literaria (C) véase Lida de Malkiel, M.ª R. (P) y tematología (temas, motivos y tópicos) (M).

Traducción (M) véase humanismo (M), Menéndez Pelayo, M. (P), renacimiento (C), tradición (C) y tradición clásica (M).

Transmisión (C) véase tradición (C) y tradición clásica (M).

Vanguardia (C) véase Cossío, J. M.ª (P), Lasso de la Vega, J. (P) y modernidad (C).

Virgilianismo (C) véase dantismo (C), horacianismo (C) y ovidianismo (C).

Warburg, A. (P) véase historia cultural (M) y renacimiento (C).

Winckelmann, J. J. (P) véase clasicismo (C), Goethe J. W. (P) y grand tour (C).

Valoraciones finales

A partir de los criterios expuestos más arriba, el Diccionario Hispánico de la Tradición y Recepción Clásica (DHTC) se presenta como una obra unitaria (si bien compuesta por diferentes autores), coherente en sus propósitos (lo que no es óbice para que en ella tengan cabida diferentes concepciones de la propia disciplina), y completa, aunque la propia semántica de la Tradición Clásica que en ella se propone haga posible su ulterior desarrollo.

Queremos dejar expreso nuestro agradecimiento a todas aquellas personas que han contribuido a que este diccionario sea hoy una realidad, desde quienes evaluaron positivamente el Proyecto de investigación FFI2017-83894-P hasta quienes han colaborado generosamente en la elaboración de alguna o algunas de sus entradas. Mención aparte merecen los editores, así como el tipógrafo y maquetador, Juan Manuel Macías, y quien finalmente ha publicado la obra, Guillermo Escolar.

Francisco García Jurado

Universidad Complutense de Madrid

Bibliografía citada

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Bergua Cavero, Jorge. «La Tradición Clásica y el concepto de influencia», en María Guadalupe Fernández Ariza (coord.), Literatura hispanoamericana del siglo XX: mímesis e iconografía, Málaga, Universidad de Málaga, 2003, pp. 11–21.

Estébanez Calderón, Demetrio. Diccionario de términos literarios, Madrid, Alianza, 1996.

Fernández López, Jorge. «Los flujos de la Tradición Clásica en la poesía de Gerardo Deniz», en María Teresa González de Garay Fernández y José Díaz-Cuesta Galán (coords.), El exilio literario de 1939, 70 años después, La Rioja, Universidad, 2013, pp. 143–154.

García Jurado, Francisco. «La metamorfosis de la Tradición Clásica, ayer y hoy», en José Vela Tejada et alii (coords.), Studia Classica Caesaraugustana: vigencia y presencia del mundo clásico hoy: XXV años de estudios clásicos en la Universidad de Zaragoza, Zaragoza, Universidad, 2015, pp. 69–109.

— «Tradición frente a Recepción clásica: Historia frente a Estética, autor frente a lector», en Nova tellus 33/1 (2015), pp. 9–37.

Teoría de la Tradición Clásica. Conceptos, historia y métodos, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2016.

García Jurado, Francisco y Carlos Mariscal de Gante Centeno. «Fundamentos para un “Diccionario Hispánico de la Tradición Clásica”», en Nova tellus: Anuario del Centro de Estudios Clásicos 34/2 (2016), pp. 119–133.

Garrido Gallardo, Miguel Ángel. Diccionario Español de Términos Literarios (DETLI). Elenco de términos, Buenos Aires, Academia Argentina de Letras, 2009.

Guillén, Claudio. «De influencias y convenciones», en 1616 2 (1979), pp. 87–96.

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